A falta de una definición mejor, podríamos resumir los Sprinkles como los «fideos de colores» de toda la vida, aunque a día de hoy ya no se reducen a «fideos» sino que podemos encontrar millones de formas, colores, texturas y sabores… pequeños trocitos de cielo para espolvorear y decorar nuestros dulces.
No puede decirse que sean un elemento imprescindible, pero sí que por el precio que tienen vale la pena tener unos cuantos a mano, nunca sobran!
Yo empecé en 2012 por los típicos fideos de colores y los de chocolate, que compré en Mercadona. Ahora mismo tengo unos 15, y son la alegría final para rematar todos los cupcakes que hago, aunque también pueden espolvorearse sobre cualquier otro dulce como galletas (antes de hornear), donuts, helados y otros.
Mis preferidos son los de FunCakes, pero no impide que cada vez que veo un botecito de esas obras de arte en miniatura sienta un deseo de posesión irrefenable. Os dejo con una pequeña muestra de lo que hay por casa: perlas, nonpareils, corazones, calabazas de Halloween, estrellas de nieve, smilies, confetti, y como no… Fideos de colores!
Os dejo enlaces de algunas marcas: Funcakes, Wilton, Rainbow Dust, PME, Vahiné, y Dr. Oetker.
Si sois más manitas (y menos consumistas) que yo Pasta de azúcar enseña en su blog cómo hacerlos!